
La semana anterior los deportistas de la univ. lagunera estuvieron en Gran Canaria disputando las otras modalidades deportivas que se practican en sendas universidades. Como sabrán, nuestro club mantiene una Escuela universitaria de Tiro con Arco, y como ganador del Trofeo Rector en mi modalidad acudí junto con mi compañero del departamento Trujillo, compitiendo yo en la modalidad de arco recurvo a 30m y él en arco tradicional a 18m.
Con muy buen ánimo y
acompañados siempre por nuestro presidente Ramón, salimos a las 9:30
desde Agaete, aprovechando la travesía para ir calentando con unas
risas, debido a las ocurrencias de nuestro compañero. El viaje de esta
forma se nos hizo corto y nos predispuso para la competición. Aunque
salimos con sol y tiempo muy agradable, cuando llegábamos a Tenerife ya
veíamos las nubes sobre La Laguna.
La previsión era de que podía llover, y así terminó siendo.
La previsión era de que podía llover, y así terminó siendo.
Hacia las 11 de la
mañana llegamos a las instalaciones deportivas de la ULL, donde fuimos
muy bien recibidos y nos encaminaron rápidamente hacia la zona de
competición. Las prisas venían motivadas por la hora, empezaríamos todas
las competiciones hacia las 12 para entregar los trofeos a las 14:00.
Así que sin demasiado tiempo para calentar, nos dirigimos a la sala
donde estaban instalados los parapetos. La idea inicial era haber
competido al aire libre, pero en previsión del posible mal tiempo, se
decidió finalmente hacer a cubierto. Menos mal, porque en mitad de la
competición llovió con bastante fuerza un buen rato.
Las
cosas se presentaban bien: dos de Gran Canaria para unos ocho de
Tenerife.
Más les sorprendió a ellos la diferencia de edad (yo 47, mi
compañero 67). Estoy seguro que alguno pensó que deberíamos de ser
buenas piezas para estar estudiando con 50 de media… Pero las
apariencias engañan. Tirábamos 6 flechas en 4 minutos, y no se si por la
edad (el mayor de los de la ULL no llegaría a los 25) o por falta de
experiencia, hacían que cada tanda terminara en un par de minutos.
Trujillo, mi compañero, muy bien asesorado por nuestro
Presidente-Entrenador-Consejero, corrigió sobre la marcha algunos
defectos de tiro; yo corregí la mira gracias a su ayuda, que me estaba
yendo muy a la derecha y tampoco era cuestión de regalar demasiados
puntos.
Ese ritmo, excesivamente apresurado, al final nos pasó un poco factura, ya que las tiradas finales se nos hacían un poco cuesta arriba. Pero en resumen, en la primera tanda, yo ya estaba cerca de los 300 y mi compañero a unos 2 de la que finalmente ganó. Después de un breve descanso, comenzamos con la segunda tanda más o menos con las mismas perspectivas, deseando terminar en las dos últimas series. Las puntuaciones fueron un poco más bajas, pero en la misma linea.
Ese ritmo, excesivamente apresurado, al final nos pasó un poco factura, ya que las tiradas finales se nos hacían un poco cuesta arriba. Pero en resumen, en la primera tanda, yo ya estaba cerca de los 300 y mi compañero a unos 2 de la que finalmente ganó. Después de un breve descanso, comenzamos con la segunda tanda más o menos con las mismas perspectivas, deseando terminar en las dos últimas series. Las puntuaciones fueron un poco más bajas, pero en la misma linea.


Después
de la entrega de trofeos nos invitaron a pasar al Comedor
Universitario, donde acabamos de relajarnos para la última prueba de la
tarde: cafés y chupitos por la La laguna, haciendo los estiramientos por
las calles laguneras que con todo merecimiento es patrimonio de la humanidad.
Ahí rendimos a un buen nivel, sin duda. Y ya dispuestos, volvimos a casa en el último ferry y con la vista puesta en la competición del domingo en Casa Pastores, aunque esta historia ya la contará otro...
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Ahí rendimos a un buen nivel, sin duda. Y ya dispuestos, volvimos a casa en el último ferry y con la vista puesta en la competición del domingo en Casa Pastores, aunque esta historia ya la contará otro...
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Luis Cana